De qué hablamos cuando hablamos de hiperpigmentación

Muchos son los amantes del bronceado que aprovechan los días soleados de primavera para salir un momento a la terraza o tumbarse en el parque y tomar el sol. Pero quedar expuestos tanto tiempo ante los rayos del Astro Rey puede causarnos manchas en la piel.

Precisamente, en esto consiste la llamada hiperpigmentación, una afección cutánea que se debe a una producción excesiva de melanina, el pigmento que se activa para protegernos de los rayos UVA y el responsable de que nos pongamos morenos. Al excedernos con el bronceado, nuestra piel corre el riesgo de que en ella aparezcan placas cutáneas. O, dicho de otro modo, manchas.

El exceso de sol es la causa más frecuente de la hiperpigmentación, pero también puede deberse a otros factores, tales como la edad, la genética o las hormonas. Precisamente, son estas últimas las que causan un tipo particular de hiperpigmentación, conocido como melasma, cloasma o ‘máscara del embarazo’ – debido principalmente a que ocurre en embarazadas-.

En ambos casos, aplicarse crema solar de amplio espectro los 365 días del año es la solución para evitar la aparición de manchas o el oscurecimiento de las ya existentes, además de acudir al dermatólogo para que nos aconseje sobre los productos que resulten más eficaces para nuestra piel.